
Tras el Tratado de Valençay (perdón por la segunda autoreferencia, y más aún estando tan próxima a esta aportación), el Deseado entra en España el 24 de marzo pero no se dirige a Madrid, como se había establecido por la regencia, sino a Valencia, adonde llega el 16 de abril. Allí Fernando VII "recibió dos sustanciales apoyos para sus propósitos de restablecer la situación truncada en 1808: el general Elío, capitán general de Valencia, pronunció un discurso favorable al restablecimiento del poder absoluto, y un escrito firmado por un tercio de los diputados elegidos en 1813 sirvió al rey para retornar al régimen absolutista anulando toda la obra legislativa y constitucional realizada por las Cortes de Cádiz", en palabras de Santos Juliá en la Historia de España (p. 347), editada por Espasa Calpe en 2006, en la que compartió autoría con Julio Valdeón y Joseph Pérez. De la acción de Elío se dice que fue el primer Pronunciamiento militar de la Historia contemporánea española, y tuvo lugar a mediados de abril de 1814; al escrito referido por Juliá le conocemos con el nombre de Manifiesto de los Persas, firmado el 12 de abril, y en él se solicitaba al monarca el regreso del Antiguo Régimen y la anulación de toda la acción legislativa de las Cortes de Cádiz.
Así lo hará Fernando VII con su Real Decreto de 4 de mayo, hace hoy justamente 200 años (aquí comentado, aquí completo para que lo podáis descargar en PDF).
Y a partir de ahí la represión, el regreso al pasado, el inicio de uno de esos períodos de la Historia de España donde es difícil encontrar alguna luz entre tanta oscuridad.
El retrato que encabeza la entrada corresponde al general Elío, realizado por Vicente López Portaña, y que se conserva, según la referencia consultada, en el Museo de Bellas Artes de Valencia; el documento es la portada del Manifiesto de los Persas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario