En agosto de 2006 la prensa nos informaba de que científicos españoles analizaban en la momia del emperador
Carlos V rastros de las enfermedades que sufría. Confirmaron la ya conocida
gota que martirizaba al
Habsburgo y hallaron indicios de periódicos ataques de fiebre, como los que aquejan en la actualidad a los enfermos de
malaria. Os remito a la
noticia publicada en El País y os ilustro este post con una fotografía de la mismísma momia del monarca. Aquí mis alumnos, aquí Carlos V. Encantados.

La verdad que se conserva bastante bien, una que se conserva un poco peor es esta momia burgalesa (http://www.museodeburgos.com/index.php?option=com_content&task=view&id=234&Itemid=121).
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