martes, 10 de agosto de 2010

Maldita sea

El pasado mes de enero dedicaba una entrada al historiador Tony Judt, quien acababa de publicar un texto en el que daba cuenta de la terrible enfermedad que asolaba su existencia. Por desgracia, ni siquiera ocho meses ha tardado en llegar la noticia de su desaparición. Publico esta entrada como recuerdo y como homenaje, pero también con la rabia del futuro hurtado a sus lectores, porque la muerte se lleva a un pensador necesario para los tiempos que corren. Siempre nos quedará su obra, pero echaré de menos nuevos textos de Judt.

Esta entrada tendría que haber sido publicada hace dos días, pero el fantástico world de las nuevas versiones de Word me lo impidieron. Y las fechas importan cuando de recordar algo se trata.